ANTONIO MACHADO: LAS ASCUAS DE UN CREPÚSCULO MORADO

Las ascuas de un crepúsculo morado
detrás del negro cipresal humean…
En la glorieta en sombra está la fuente
con su alado y desnudo Amor de piedra,
que sueña mudo. En la marmórea taza
reposa el agua muerta.

1. Localización
El texto que vamos a comentar es un poema de Soledades (1903), libro que fue posteriormente ampliado con numerosas composiciones en una segunda edición titulada Soledades. Galerías. Otros poemas (1907). Ambas obras constituyen la primera etapa de la producción poética de Antonio Machado, en la que, si bien se perciben influencias del simbolismo y del modernismo, el poeta alcanza ya una voz madura y personal. Temas como la infancia, el ansia de amor, el paisaje, el paso del tiempo o la muerte, que suscitan en el poeta sentimientos de nostalgia, melancolía o angustia, son constantes en esta primera etapa, caracterizada por su orientación hacia la intimidad.
2. Resumen.Tema.
El texto es una breve descripción, aparentemente objetiva y trazada con unas pocas pinceladas, de un parque. No hay ninguna referencia a un yo poético: la presencia del poeta está sugerida como mero contemplador de lo que describe. Pero la descripción que se efectúa, lejos de ser objetiva, está teñida por las impresiones que la contemplación produce en el poeta; y esa sensaciones nos llegan junto con la descripción. El ocaso, la glorieta oscura, la estatua sin vida, el agua muerta… parecen connotar la agonía de ese paisaje o su misma muerte.
El tema del texto, por consiguiente, es la impresión de agonía que produce en el poeta la contemplación de un paisaje inerte.
3. Estructura.
EXTERNA. El texto carece de divisiones estróficas. Es una silva-romance (combinación libre de endecasílabos y heptasílaboscon rima asonante en los pares, forma frecuente en Machado) con el siguiente esquema:
         11        -
         11       A
         11       -         Silva-romance
         11      A
         11       -
           7       a
INTERNA. Tampoco cabe establecer partes desde el punto de vista del contenido. La descripción del lugar se efectúa con tres oraciones que, desde un plano general –el ocaso tras los cipreses- va acercándose a un espacio acotado: la glorieta y la fuente, con la estatua del dios Amor (segunda frase) y el agua estancada (tercera). De los distintos elementos posibles dentro de ese cuadro, el poeta selecciona tres que, descritos de manera subjetiva, corresponden a tres momentos de esa sensación que suscita el paisaje: acabamiento, falta de vida, muerte.

4. Rasgos estilísticos.
A esa impresión de agonía contribuye, en primer lugar, el momento crepuscular en que se sitúa el cuadro. Los primeros versos, en efecto, describen el ocaso mediante una metáfora de genitivo inverso.
Las ascuas de un crepúsculo morado Metáfora
            I                           R
detrás del negro cipresal humean…
                                          I
Metáfora que se continúa en el segundo verso con “humean”: el sol en el ocaso es como unas brasas que se extinguen y humean. La impresión de acabamiento que expresa esta metáfora se refuerza mediante una gradación de los adjetivos, de color cada vez más apagado (ascuas-rojo; morado; negro). El adjetivo negro aplicado a los cipreses potencia además las connotaciones fúnebres del cipresal, que nuestra cultura asocia a los cementerios. El paisaje queda así, desde su inicio, impregnado de una fúnebre gravedad.
Los versos siguientes nos aproximan ya al centro de interés del cuadro. Dentro de la glorieta “en sombra” se halla la fuente, adornada con una estatua del dios Amor, al que se representa siempre como un niño “alado y desnudo”. En la glorieta en sombra está la fuente con su alado y desnudo Amor de piedra, que sueña mudo. La presencia de esta estatua, sin embargo, no dota paisaje de ninguna animación. Precisamente la personificación a que se somete a la estatua sirve para destacar su falta de vida. El Amor “sueña mudo”, es decir, permanece inmóvil, soñoliento, silencioso (su mudez se destaca con la similicadencia desnudo-mudo). Es, en definitiva, un Amor “de piedra”, que no evoca ilusiones o sentimientos de amor, sino más bien el vacío. La selección de este segundo elemento nos lleva pues de una sensación de acabamiento a otra de ausencia de vida y sentimiento.
Y los versos finales se fijan en el agua de la fuente:
                          En la marmórea taza
                          reposa el agua muerta.
El agua no discurre o brota alegremente, sino que reposa en la “marmórea taza” (nuevo elemento de dureza, como el “Amor de piedra”). El adjetivo “muerta” envuelve una metáfora adjetiva: la quietud del agua se compara con la inmovilidad de un cadáver. Las impresiones de extinción, inmovilidad, silencio… culminan en este último verso, en el que la metáfora condensa esa sensación de hallarse ante un mundo muerto que constituye el tema del texto.
5. Conclusión.
Dentro de su brevedad, el texto comentado es una buena muestra de la primera etapa de la obra de Machado. La temática intimista, la presencia del paisaje y su estrecha relación con el alma del poeta son, en efecto, rasgos característicos de este primer periodo. Y en el caso que nos ocupa, nos encontramos ante un poema de innegable belleza y fuerza emotiva: con una descripción aparentemente sencilla y objetiva, pero elaborada mediante diversas figuras y una excepcional atención a los valores connotativos del lenguaje, Machado logra reproducir y hacernos llegar vívidamente “una honda palpitación del espíritu”.

(Fuente: litteries)

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